lunes, 30 de noviembre de 2009

VISITA: MUSEO INTERACTIVO DE CIENCIAS

El Museo Interactivo de Ciencias de Quito es uno de los establecimientos culturales más interesantes de la ciudad, no sólo porque nos enseña sobre temas tan variados que van desde la forma en que funciona el cerebro hasta las obras que nuestra ciudad tendrá a futuro, sino también porque su enfoque interactivo (el usuario juega para aprender) es sumamente original y atractivo para personas de todas las edades.

Las secciones o salas que se pueden encontrar dentro de este museo son muchas: existen salas en las cuales se prueban los reflejos, memoria y habilidades motrices de las personas mediante juegos interactivos, hay salones dedicados exclusivamente a la exposición de obras artísticas (fotografía en su mayoría), hay también sitios donde encontramos material audiovisual y proyecciones... en fin, una gran cantidad de sitios atactivos que conocer dentro de este museo. Sin embargo, existen dos salones que llaman la atención por estar especialmente orientados al plano de interacción visitante-obra, y son el salón del mapa de Quito a escala y las salas oscuras de proyección de imágenes.

Hablando del mapa de Quito a escala, esta es una instalación de varios metros que ocupa el piso de uno de los salones más grandes del museo; la obra completa demoró más de medio año en construírse, y esto es entendible pues se trata de un mapa que respeta hasta el más mínimo detalle de las estructuras, parques y demás lugares que conforman Quito. Inclusive aspectos técnicos como el relieve y la distribución de espacio entre locaciones se manejan de forma muy profesional y nos dan como resultado un mapa a escala de Quito digno de ser visitado por todos. La parte estructural de este mapa es muy atractiva, pero lo que hace destacar a esta instalación es su enfoque interactivo para con el usuario, pues alrededor de todo el mapa se han ubicado varias pantallas táctiles disponibles para todos los visitantes. Cada pantalla nos entrega información y datos sobre zonas específicas de Quito, y además de lo anterior podemos iluminar la zona de la cual nos estamos informando a través de estas pantallas, de tal manera que, si estamos viendo la información del Parque La Carolina, por ejemplo, esta localización se iluminará inmediatamente permitiéndonos ver en dónde se encuentra ubicado este parque dentro del mapa real que se encuentra frente a nosotros. Si bien es muy común que en las instalaciones culturales se manejen mapas para enseñar al usuario aspectos geográficos básicos, el hecho de permitirle a este usuario ubicar una especie de "lupa de luz" en su sitio de interés al tocar una pantalla con los dedos es un aspecto muy innovador y un gran valor agregado pues se empieza a entregar datos informativos al visitante pero de una manera más entretenida, una manera en la cual este usuario tenga influencia sobre la información que está viendo y pueda controlar esta información en cierta manera dependiendo de sus intereses; en otras palabras, interactividad educativa.

La segunda instalación interesante y relacionada con interactividad es una sala oscura de dimensiones pequeñas, que tiene una proyección en una de sus paredes. En esta proyección podemos ver una lluvia de triángulos de colores. Lo atractivo es que, si nos acercamos a la pared con proyección lo suficiente como para que nuestra sombra aparezca en la pared, la lluvia de triángulos se verá afectada por la sombra: los triángulos chocarán contra ella, e incluso podremos "agarrar" triángulos con nuestra sombra-mano o patearlos con nuestra sombra-pie. Es obvio que, a diferencia del mapa gigante de Quito, esta parte del museo fue diseñada con el objetivo principal de entretener. Pese a ello, esta instalación sigue teniendo un gran valor puesto que nos ofrece una forma interesante y única de interactuar físicamente con algo que simplemente está proyectado en la pared, y este tipo de productos interactivos básicos pueden ser la base de instalaciones futuras que ya incluyan también la parte didáctica. Por ejemplo: por qué no crear una proyección que enseñe al usuario lo principal sobre el clima del Ecuador y su variabilidad, y al mismo tiempo permitirle al usuario distribuír la lluvia de las regiones andinas con su sombra? Ideas como ésta pueden haber centenares, y las aplicaciones didácticas también muchísimas.

Si bien el Museo Interactivo de Ciencias puede resultar muy lejano para quienes residimos lejos del sur de Quito, este lugar es digno de visitarse pues su enfoque didáctico con toques de interactividad y entretenimiento permite que aprender en este lugar sea divertido e interesante.

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